Capítulo 1 - Nuevos comienzos

30 de septiembre de 2021

    Ha pasado ya un mes desde que cumplí uno de mis muchos sueños llegando a Estados Unidos. Cuando la última semana de agosto me dieron la noticia de que una host family me iba a acoger y que viviría con ellos diez meses, no me lo podía creer. Me hizo muchísima ilusión ya que, a esas alturas, tras siete meses esperando, había asumido (o al menos intentado asumir) que me quedaba en España para estudiar 1º de bachiller.

    Vine a EE.UU. con miedos y preocupaciones pero a la vez con muchas ganas y entusiasmo. Las casi veinticuatro horas de viaje (entre vuelos y escala en el aeropuerto) se me hicieron muy largas y todavía no asumía que dejaba España atrás por diez meses, algo más de trescientos días.

    Me encantó el momento en el que llegué por fin a mi destino y me encontré con la host family con los brazos abiertos y con la misma ilusión que yo. Allí conocí a Rachel, mi host mother; Drue, mi host father; Alex, mi host brother de casi ocho años; y Lizzie, mi host sister de un año recién cumplido. ¡La verdad es que no me podía haber tocado mejor familia! Estoy encantado con ellos y ya están organizando un montón de planes para hacer en familia. Tienen también una perra adorable y un gatito de dos meses que adoptaron el mismo día que yo llegué.

    Mi estado, Oregón, me atraía mucho desde el principio, pero cuando yo pensaba en Oregón, me imaginaba la costa y que muchas ciudades serían como Portland. A mí me tocó una realidad totalmente diferente; estoy en Union, un pueblo muy rural de apenas 1000 habitantes en el noreste de Oregón, casi en la frontera con Idaho, en la «América profunda». El primer día, me impactó mucho la mentalidad de la gente pues son muy «cerrados de mente». Sin embargo, como en todos lados, hay gente muy agradable independientemente de cómo piensen. Además, es algo que yo ya había intentado asimilar antes de que me comunicasen mi destino y vine aquí con la mayor apertura de mente posible.

    El high school, acorde con el pueblo, es muy pequeño, de apenas 200 estudiantes en total. Esto significa que no tiene tanta oferta de asignaturas, deportes o clubs, pero ahora mismo estoy encantado pues no deja de ser un instituto de película. Tiene las míticas taquillas (que todavía me cuestan abrir), la mascota ‒ el bobcat ‒, los bailes o la graduación. Empezó una semana después de que yo llegara, el 7 de septiembre. Es verdad que el primer día fue un poco agridulce pues, al ser un colegio tan pequeño, me esperaba que la gente se interesara y se acercara bastante más. No obstante, estas semanas, estoy conociendo a muchísima gente y me estoy apuntando a todo lo que puedo. (En el próximo capítulo, explicaré de manera más profunda todo lo que es el instituto y asignaturas).

    En cuanto a los deportes, este otoño (van por estaciones) me he apuntado a cross country. Me alegro mucho de haber tomado esa decision porque es la mejor manera de hacer amigos/as y de conocer a gente nueva. Entreno de lunes a sábado dos horas al día por lo que al final del día acabo cansadísimo. He competido ya en cuatro carreras y cada día mejoro mínimo un minuto la marca anterior.

    Espero que este resumen de los primeros días y mis primeras impresiones os haya resuelto dudas para que veáis que vuestra experiencia puede ser totalmente opuesta a las que nos cuentan en YouTube. El mejor consejo antes de venir es ¡mente abierta! Y en algunos casos ¡muy abierta! Nos vemos pronto 🙂



Comentarios

Publicar un comentario